Por el hijo que va a la escuela

Divino Salvador, que te sentaste en medio de los maestros de la ley para escucharles y hacerles preguntas; a ti te confiamos a nuestro hijo, en este tiempo en que va a la escuela. Infunde en él el espíritu de la sabiduría; abre su entendimiento para que pueda adquirir los conocimientos necesarios para la vida terrena y eterna.

Ayúdale en todos sus deberes.

Dale perseverancia y fortaleza, obediencia y diligencia.

Tú que eres el camino, la verdad y la vida, no permitas que se desvíe del recto camino por medio de falsas enseñanzas.

Crezca como tú, ioh Jesús!, en edad, sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres.  Amén